La estrategia mexicana de diversificación del comercio exterior debe incluir las importaciones, sobre todo de granos, afirmó el Grupo de Consultores de Mercados Agrícolas (GCMA). “En los últimos años se ha importado granos de otros países, lo que permite una mayor competencia por la globalización; eso es bueno, sobre todo en granos donde somos deficitarios”, dijo Juan Carlos Anaya, director general de GCMA.
El analista pidió así replicar las acciones que ya han empezado a rendir frutos para diversificar los envíos al exterior, pues la dependencia del mercado estadounidense bajó en el último año, al reducirse su captación de las exportaciones alimentarias mexicanas de 82 a 78% del total.
Agregó que desde el 2009 con los incrementos de los precios, “se apertura el mercado con Sudamérica, que permitió la importación de estos países. En el caso de trigo, en el 2016, se importó de Rusia, Ucrania y Francia”.
Pese a la lejanía, para nuestro país es importante traer productos, sobre todo a precios competitivos, de esta manera se ha podido empezar la diversificación de los mercados de los que México importa, principalmente granos.
Por ejemplo, en el 2010, tanto el maíz amarillo como el blanco y quebrado se importó 100% de Estados Unidos. En total fueron 8.2 millones de toneladas; para el 2012, en las importaciones se incluyó a Brasil, en maíz amarillo con 156,651 toneladas (2%), y a Sudáfrica con 991,190 toneladas de maíz blanco (72 por ciento).
En el caso del trigo, desde el 2010 se traía de países como Canadá, Estados Unidos y Francia; sin embargo, en el 2012 se incluyeron países como Ucrania y Rusia, para totalizar 4.5 millones de toneladas.
La soya, en donde México es altamente deficitario, se importó de Brasil, Paraguay, Argentina, y por supuesto de Estados Unidos, país que tiene la mayoría de las compras que hace México y cuya demanda es de 6.4 millones de toneladas.
Cabe recordar que el sector agroalimentario tendrá una apertura comercial con Canadá y Corea, así como Sudamérica, Unión Europea, Península Arábiga y Asia. De acuerdo con la Sagarpa, se trabaja de manera permanente para intensificar la relación y avanzar en la ampliación del comercio de productos agropecuarios y pesqueros.
Asimismo, tienen un programa detallado de vistas y encuentros bilaterales y multilaterales con Argentina y Brasil para comprar granos (maíz y soya), con Rusia para vender productos cárnicos e importar trigo, así como para fortalecer la presencia de productos mexicanos en China, Japón y Corea.
En TLCAN, México debe apostar a un nuevo capítulo agrícola: especialistas
México no supo negociar la defensa y promoción de los intereses de los productores agrícolas de nuestro país desde la entrada del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), aseguró Jorge Alfonso Calderón Salazar, académico de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), al hacer un análisis de los efectos del TLCAN en el sector agropecuario de México.
“Sostengo que México debe negociar, si las circunstancias lo permiten, un nuevo capítulo agrícola no solamente de promoción y defensa de los intereses de los productores, sino también regular la inversión extranjera, porque las grandes transnacionales agroalimentarias de Estados Unidos han aumentado enormemente su dominio, esto al amparo de leyes que dan derechos especiales a trasnacionales, e incluso superiores, a los que tienen empresas mexicanas”, opinó Calderón.
Enfatizó que debemos usar al sector agrícola en una renegociación del TLCAN como un factor de equilibrio y contrapeso.
Por su parte, Eduardo Pérez Haro, académico e investigador de la Facultad de Economía, señaló que aunque este sector no es determinante en el contexto general de la discusión económica con Estados Unidos, sí está en alto riesgo. Los especialistas criticaron los pocos esfuerzos nacionales en el sector agropecuario: “Hoy somos fuertes en jitomate y aguacate, pero, ¿el resto del campo? La realidad es que en México este sector tiene un gran problema: porque en 35 años de apertura comercial se ha descuidado la economía nacional, la formación de capital y el desarrollo de capacidades de producción y de comercio, todo por apostarle al comercio con Estados Unidos”, explicó Pérez Haro. (Nelly Toche)
