En entrevista con El Universal, agregó que esta situación se está agravando por las enormes cantidades de vehículos pesados chatarra que están ingresando a territorio nacional, procedentes del mercado norteamericano.
Explicó que en 2013, por cada camión, autobús o tractocamión nuevo vendido en el mercado nacional, otros cinco en condición de chatarra, o sea viejos, fueron importados de Estados Unidos por los llamados “coyotes”.
Lo que podemos observar, añadió, es que mientras las ventas bajaron 4% en 2013, la importación de unidades viejas aumentó un 70%.
En Estados Unidos, detalló Elizalde, el promedio de antigüedad de los vehículos pesados es de nueve años, por lo cual, la venta indiscriminada de camiones viejos en ese país, que tienen destinó final a México, lo que le permite al país vecino obtener ingresos y resolver un problema de chatarrización.
“Aquí estamos frente a una situación de contrastante; se piensa invertir más de 100 mil millones de pesos en infraestructura, incluida la carretera, pero los camiones que circulan por ellas son antiguos, es decir, para qué tener caminos nuevos con camiones viejos”.
Todo estos significa que México tendría que renovar anualmente 15 mil vehículos pesados durante los siguientes 10 años para estar a los niveles de Estados Unidos, agregó.
Advirtió que de continuar esta tendencia y ante el despegue de la economía con las reformas estructurales aprobadas como la energética, que requerirá medios de transporte eficientes para mover materiales, equipos, herramientas para la industria petrolera, “es altamente posible que veamos circular más vehículos pesados, viejos por las carreteras nacionales”.
Sobre la capacidad de la industria para responder a las exigencias del despegue de la industria, el directivo, sostuvo que “hay potencial para poder crecer un 20% más”.
El sector, detalló, está preparado, porque actualmente trabaja al 80% de su capacidad y porque México es un país productor de vehículos pesados.
Sin embargo, comentó que es urgente renovar el parque de unidades de carga y pasaje, que actualmente asciende a 816 mil 988 vehículos, porque dos de cada 10 tienen más de 20 años de antigüedad y el resto promedia 15.4 años de operación.
De acuerdo con el Anuario Estadístico de Accidentes en Carreteras Federales 2011 del Instituto Mexicano del Transporte, en dos de cada diez percances están involucrados vehículos pesados: autobuses, camiones unitarios, articulados (fulls) y de doble articulación, lo cual refiere la importancia de contar con un parque más actualizado para reducir los índices de accidentabilidad en la red federal de carreteras.
El presidente de la Anpact consideró que en este sector, “nadie ha hecho su tarea, incluido gobierno, autoridades, empresarios y sociedad en general”.
En la frontera norte, explicó, no se ha podido resolver el problema del abuso de los amparos, los cuales han facilitado el incremento de la importación de unidades chatarra.
“Están entrando vehículos de entre 16 y 17 años de antigüedad, con valores de hasta tres veces inferiores a los seminuevos que se venden en nuestro país, pero que están diseñado para cargar otros pesos, no las 80 toneladas permitidas en territorio nacional”, detalló el entrevistado.
Específicamente el problema radica en la renta de los amparos, “en donde el único que gana en todo esto es el ‘coyote’. El país no gana, el transportista no gana, el que gana es el ‘coyote’ que renta el amparo para poder ingresar desde una unidad hasta miles con un solo amparo”.
Sabemos, explicó, que se han ganado ante la Suprema Corte algunos casos, y hasta que se lleguen a cinco en el mismo sentido y consecutivo se creará jurisprudencia… y de ahí todos los demás tendrían que desecharse, pero eso todavía no ocurre.
Por el lado de la chatarrización, se han destruido entre 6 mil y 7 mil unidades pesadas, pero faltan 150 mil, lo que significa que se tiene que duplicar o triplicar el esquema.
En esta administración, de acuerdo con las diferentes organizaciones involucradas, “podríamos renovar 60 mil unidades y con eso podríamos reducir la edad promedio de la flota a 12 años. Faltaría otras 70 mil para los siguientes años, pero tiene que haber actualización del estímulo fiscal de chatarrización por parte de la Secretaria de Hacienda aumentando de 161 mil a 250 mil pesos”, indico Elizalde.
Pero sigue existiendo un gran vacío que habrá que resolver: “cómo podemos hablar de la renovación de la flota si seguimos hablando del ingreso de chatarra del extranjero”, sentenció el directivo de la Anpact.
