El buque-tanque José Leonardo Chirinos, de 17.000 toneladas de capacidad, partió desde Puerto Cabello, el principal del país, cargado con fertilizantes, vidrio, aluminio, agroquímicos y otros productos, informaron funcionarios de Gobierno.
“El Mercosur nos abre una ventana de oportunidades (…) No sólo exportaremos petroquímicos, aluminio, acero y hierro, sino que también queremos exportar productos no tradicionales”, dijo la ministra de Comercio, Edmeé Betancourt.
Venezuela fue aceptada el mes pasado como miembro pleno del Mercosur, pero su entrada no será efectiva completamente hasta la adopción del arancel externo común del bloque, un proceso que podría demorar todavía meses.
El ingreso, que sigue siendo vetado por Paraguay y es visto con recelo por empresarios locales que temen una aceleración mayor de las importaciones, se da en momentos en que el presidente Hugo Chávez encara la fase final de la campaña presidencial en busca de extender su mandato a casi 20 años.
El senado paraguayo rechazó el jueves el protocolo de adhesión de Venezuela al Mercosur, aunque la decisión no tendría impactos inmediatos.
El José Leonardo Chirinos es uno de tres buques adquiridos por Citgo, filial de refinación de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) en Estados Unidos, pero que hasta ahora no había sido usado en espera de la conformación de una empresa naviera con que el Gobierno busca agilizar su comercio marítimo, dijo a Reuters una fuente involucrada.
“Los barcos tenían un año fondeados en (el puerto de) la Guaira y ahora deben entrar a dique para recibir mantenimiento si se desea que sean operados en óptimas condiciones, pero no quisieron esperar”, dijo la fuente.
Venezuela importa la mayoría de lo que consume, incluyendo materias primas agrícolas, insumos petroquímicos y alimentos terminados, mientras la producción doméstica de muchos de esos insumos decae principalmente como consecuencia de estrictos controles de precio y de cambios que acumulan más de nueve años de aplicación.
Las importaciones registraron un alza de casi 27 por ciento interanual en el primer semestre a 27.020 millones de dólares, lo que está saturando los puertos y generando demoras en la carga y descarga de buques, pero funcionarios han descartado la necesidad de reducir su ritmo este año.
La estatal petroquímica Pequiven, que importa insumos y fertilizantes para satisfacer la demanda interna, cargó el año pasado sobre sus hombros un subsidio equivalente a 170 millones de dólares, lo que redujo su ganancia neta a 30,3 millones de dólares, desde los 385 millones de dólares del ejercicio previo, según cifras preliminares entregadas a la Asamblea Nacional.
