Bajos costos laborales. Una razón importante es el costo de la mano de obra.

Según un estudio hecho por PIMSA para una firma industrial estadounidense que opera en Baja California, el costo laboral total anual de un trabajador de una línea de montaje es de US$7.000. En California, este costo es de US$42.000.

Aún así, temerosos de que Trump llegue a la presidencia y conscientes de su exposición a Estados Unidos, algunas empresas estadounidenses están posponiendo inversiones para después de las elecciones, dijo Juan Manuel Hernández, director general de Loginam, una empresa de logística con sede en Tijuana.

Cerca de 80% de las exportaciones mexicanas se dirigen a Estados Unidos y algunos componentes incluso pueden cruzar la frontera varias veces antes de que los productos estén terminados. Hernández estima que entre el 10 y el 15% de la producción de exportadores estadounidenses en México no va hacia el mercado estadounidense.

Otros están tomando a Trump y sus amenazas proteccionistas con una pizca de sal.

“Ya estamos acostumbrados a la demagogia política, pero en algún momento tiene que haber políticas específicas”, dijo Ronald DeFeo, director general de Kennametal Inc, un fabricante de herramientas industriales de Pittsburgh con ventas por US$2.600 millones y clientes en 60 países.

Hasta entonces, “continuaremos operando de la manera que siempre operamos”, dijo, agregando que los planes de Trump no podrían ponerse en práctica rápidamente.

Mayoría de empresas mantienen silencio. Ninguno de dos docenas de ejecutivos y funcionarios consultados por Reuters en México cree que el Congreso en Washington vaya a adoptar medidas que puedan golpear a la economía estadounidense si Trump gana.

“No creo que esto suceda. Si sucediera, yo creo que habría una mayor proliferación de capital norteamericano en México para poder solventar esa posible cuota compensatoria”, dijo Luis Aguirre, vicepresidente de relaciones gubernamentales y logística de la firma electrónica Sanmina Corp.

Si Trump logra imponer estas medidas, sería “obvio” que Sanmina estudiará incrementar su capacidad en México para diversificar productos para otros mercados, explicó.

Con su propuesta de aranceles de hasta el 35% para productos mexicanos y del 45% para los chinos, Trump busca que firmas estadounidenses que invierten en México sean consideradas antipatrióticas.

Esto simplemente ha hecho que algunas firmas se mantengan en silencio acerca de México.

“Empresas norteamericanas están invirtiendo sin hacer anuncios porque están prudentes esperando los resultados de noviembre”, dijo Guillermo Romero, secretario de Desarrollo Económico Sustentable del estado de Guanajuato.