Tras el fuerte crecimiento de las importaciones de automóviles chinos desde principios de la década de 2000, China es ahora el tercer mayor importador de automóviles a nivel mundial detrás de los EE. UU. Y la UE, y representó alrededor del 6% de las importaciones mundiales de automóviles por vía marítima el año pasado. Sin embargo, no siempre ha sido un camino, con importaciones el año pasado alrededor de un 13% por debajo del nivel de 2014, y cambios constantes en la combinación de proveedores y el entorno político.
En 2017, las importaciones chinas de automóviles vía marítima totalizaron 1,2 millones de unidades. El mercado automovilístico de China está dominado por vehículos producidos en el país, con importaciones el año pasado equivalentes a solo el 4% de las ventas totales de automóviles (que llegaron a 29,0 millones de unidades en 2017). Sin embargo, China es ahora un importador importante a nivel mundial, solo detrás de los EE. UU. con (4,7 millones de automóviles en 2017) y la UE (3,3 millones).
Después de que China se unió a la OMC, las importaciones crecieron fuertemente y aumentaron en un promedio de 32% p.a. en el periodo 2002-08, antes de que el crecimiento se estancara en 2009.
El paquete de estímulo económico de Beijing ayudó a duplicar las importaciones en 2010, y las importaciones continuaron creciendo hasta 2014. Posteriormente, las importaciones chinas de automóviles retrocedieron en 2015 y 2016, debido a la moderación del crecimiento económico y competencia firme con vehículos producidos en el propio país.
Sin embargo, en 2017, las importaciones se recuperaron un 16% anual. El aumento fue respaldado por el almacenamiento en un contexto de mejora de la demanda, así como por la creciente popularidad del esquema de “importaciones paralelas” del gobierno, a través del cual los concesionarios de automóviles locales pueden comprar vehículos extranjeros para vender a precios más competitivos.
