Ciudad de México.- Con la eventual entrada en vigor de las nuevas reglas para modernizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), o en todo caso un acuerdo comercial solo entre Estados Unidos y México, combatir la piratería será una de las principales exigencias para nuestro país.
De acuerdo al Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), las aduanas son el principal punto de entrada de la mercancía apócrifa al país y el 95 por ciento de los 10 millones de productos asegurados en esta administración, se hizo en estos puntos.
Sin embargo, las cosas no son tan sencillas, ya que a pesar de que se han conseguido estos decomisos, se necesita un cambio en las leyes para poder actuar de manera directa en contra de la entrada ilegal de estos productos.
Necesario modificar las leyes
La lucha frontal contra la piratería, tal como lo exige Estados Unidos, implica que México debe modificar sus reglamentos legales y de operación para la Administración General de Aduanas (AGA), a cargo del Servicio de Administración Tributaria (SAT) y que pueda confiscar toda la mercancía que entra al país.
Ya que actualmente, la ley solo le permite a la AGA hacer detenciones solo en los casos en los que “el dueño de derecho (las empresas) presenten una querella ante el IMPI o la Procuraduría General de la República (PGR) para que expidan la orden de detención a Aduanas”, explica Bernardo Herrerías, socio de la firma legal Hogan Lovells, en declaraciones para Expansión.
Además, se tiene que implementar nuevas herramientas y tecnología digital de vanguardia que permite detectar en todos los cruces fronterizos, productos piratas por más pequeños que sean.
Así, para Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), la “perfección del uso de tecnología para la revisión de mercancías y coordinarse con autoridades aduaneras de Estados Unidos para desarrollar centros de transferencia de mercancía binacionales”, será fundamental para que México tenga éxito para frenar la entrada de productos apócrifos.
Cambiar el entorno social
Pero hay otro aspecto que se tiene que tomar en cuenta y es la profunda aceptación que se tiene de la piratería por parte de la sociedad mexicana.
Según la American Chamber México (Amcham, 8 de cada 10 mexicanos compran productos piratas, lo que provoca pérdidas a la industria nacional de por lo menos 43 mil millones de pesos anuales.
Y según la a “Encuesta para la medición de la piratería en México” realizada por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), en 2017 “más de 80 por ciento de los mexicanos mayores de 18 años que viven en poblaciones con más de 15, mil habitantes gastaron 209 mil millones de pesos en la compra de productos pirata”.
Por lo que, tal como lo señala la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (Canacine), “la compra de productos apócrifos es aún una actividad tolerada por el entorno social y no es mal vista por quienes los consumen”.
Entonces la lucha no será solo en las aduanas y con cambios de leyes, sino también con la promoción de una nueva cultura que rompa con estos hábitos de los consumidores mexicanos, algo que seguramente llevará mucho tiempo y descalabros.
