Las ganancias por las exportaciones de crudo, que hasta junio de este año, alcanzaron los 24 mil 347.1 millones de dólares contrastan con las erogaciones que México hace por la compra de combustibles al extranjero que al primer semestre de 2011 fueron en el orden de los 14 mil 457.2 millones de dólares.
De acuerdo a las estadísticas de la Secretaría de Energía más de la mitad de los recursos que Pemex obtiene por las exportaciones de crudo se utilizan para comprar gasolinas o combustibles en el extranjero; es decir, el saldo favorable a la mitad es de 9 mil 889.9 millones de dólares.
En lo que va de la actual administración las ventas de crudo alcanzan los 167 mil 149.9 millones de dólares; sin embargo, las compras de gasolinas sumaron 85 mil 754.6 millones de dólares que es más de la mitad de los ingresos por las exportaciones.
Es decir, México vende barato, pero compra más caro el crudo refinado y convertido en gasolina, de ahí que la estrategia de Pemex de apostar al sistema de refinación sea la clave para optimizar aun más las ventas de crudo al extranjero. El primer pasó ya se dio con la reconfiguración de la refinería “Lázaro Cárdenas” que de acuerdo a cifras de Pemex representaría a partir de 2016 un ahorro de 5 mil millones de dólares anuales, unos 58 mil 500 pesos al tipo de cambio actual.
A esta estrategia se une, que en el primer semestre de 2012 se estaría lanzando la licitación para la construcción de la refinería de Tula, en Hidalgo, aunado a la inversión de más de 3 mil millones de dólares en la reconfiguración de la refinería de Salamanca, Guanajuato. Sin embargo, Pemex tiene que lograr un repunte sustantivo en la producción de crudo, de lo contrario tener más capacidad de refinación no serviría de nada si no se tiene la materia prima.
