Con casi 15 millones de empleos afectados a ambos lados de la frontera, el porvenir del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) es clave en la planificación a medio y largo plazo de los países miembros: México, Estados Unidos y Canadá.
Por ello, las amenazas del presidente electo estadounidense Donald Trump, diciendo que su país no ha sido tan favorecido como México por el acuerdo, obliga a realizar un análisis sobre los logros y temas pendientes que se acumulan en sus casi 23 años de vigencia.
El vicepresidente de Comercio exterior y logística de la American Chamber Mexico (Amcham) y consejero delegado de Logística de México, José Ambe Attar, confió en que no habrá cancelación del acuerdo, sino una renegociación.
Pero si Estados Unidos sale del TLCAN, significaría favorecer a China, que busca conformar un tratado con todos los países de Asia-Pacífico, dijo Manuel Díaz, presidente de la firma de comercio internacional Grupo EI y expresidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Comercio Exterior (Imece).
En caso de salir del acuerdo, Estados Unidos podría perder hasta cinco millones de empleos en el primer año y su economía entraría en recesión, dijo Carla Hills, que encabezó el equipo estadounidense que negoció el TLCAN hace casi 25 años.
En el caso de México, las estimaciones apuntan a la pérdida de 10,2 millones de puestos de trabajo que estarían en riesgo, considerando que el país exporta un mayor volumen de bienes y servicios a Estados Unidos, por lo que ha mantenido superávit en el balance del intercambio bilateral.
A lo largo de 22 años Estados Unidos ha tenido incumplimientos. Por ejemplo, postergar la apertura de las fronteras al autotransporte de carga mexicano, e imponer barreras no arancelarias que frenaron la entrada de productos agrícolas como el jitomate, azúcar y atún, entre otros. Tampoco se han podido solucionar problemas como, por ejemplo, la importación de coches usados.
Sin embargo, la agenda bilateral debe ir más allá y mejorar cuestiones de cooperación aduanera, hacer ajustes en materia regulatoria y reconocimiento mutuo de programas, pero ello requiere de voluntad política del país vecino, aseguró Arturo Rangel, vicepresidente de comercio exterior de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra).
Beneficios del acuerdo
En materia comercial, el TLCAN permitió a México multiplicar casi por seis veces su comercio con EEUU y Canadá. En 1993 el intercambio de bienes de México con canadienses y estadounidenses sumó 90.944 millones de dólares (86.286 millones de euros). En 2015, la cifra ascendió a 515.185 millones de dólares (488.800 millones de euros), de acuerdo con datos del Banco de México (Banxico) y la Secretaría de Economía (SE).
La inversión de Canadá y Estados Unidos en México de 1999 a septiembre de 2016 sumó 236.938 millones de dólares (224.860 millones de euros), según el Registro Nacional de Inversión Extranjera.
De acuerdo con la SE, Estados Unidos es el principal socio comercial de México con 79 por ciento del comercio total de la economía mexicana. Hay 27.443 empresas con capital estadounidense en México, aunque la mayoría es de servicios inmobiliarios y de comercio, y 7.227 son firmas manufactureras que podrían exportar al país vecino.
La Secretaría de Economía aseveró que en 2015 el intercambio comercial bilateral, es decir, del mercado mexicano al estadounidense y viceversa, ascendió a 495.590 millones de dólares (470.300 millones de euros).
La Inversión Extranjera Directa (IED) de Estados Unidos hacia México representó el 46 por ciento del total de flujos, al sumar 196.262 millones de dólares (186.224 millones de euros) el año pasado. Sin embargo, el investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México, Arturo Oropeza García, aseveró en un balance sobre los 20 años del Tratado que ?en su origen, el TLCAN se vendió como un acuerdo de creación de empleos, mejoras salariales, reducción de migración, motor de crecimiento, agente reductor de brechas económicas existentes con Estados Unidos y Canadá y lamentablemente (…) los resultados que todos hubieran deseado no se han logrado?.
El TLCAN dejó crecimientos magros y acumuló déficits en materia económica y social, pues la tasa de pobreza se mantiene en el 51 por ciento de la población, el 60 por ciento de los empleos se genera en el sector informal, y los mexicanos prefirieron migrar a EEUU, ya que, en promedio, durante la primera década de este siglo salieron de México 600.000 personas al año.
Sin embargo, las exportaciones aumentaron más de seis veces y el flujo de IED se incrementó del 1,3 por ciento al 2,6 por ciento del PIB.
