En enero, los precios al consumidor registraron un incremento mensual de 0.38 por ciento, arriba de las expectativas del consenso de analistas, con lo cual la inflación general se elevó a 2.61 por ciento, el dato más alto desde julio del año pasado; sin embargo, aún se mantiene en los niveles más bajos de los países de América Latina.
En su reporte mensual, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) detalló que el principal aumento se debió a los agropecuarios, los cuales subieron a 2.52 por ciento en sus precios; mientras que el crecimiento anual de los precios de las mercancías, distintas de alimentos, alcanzó 3.09 por ciento.
Lo anterior refleja “principalmente el traspaso de la depreciación del tipo de cambio a los precios. Asimismo, los precios de los servicios ajenos a la vivienda y educación son genéricos que mayor impacto reciben de la depreciación del tipo de cambio, y cuya tasa anual se incrementó en enero hasta 2.32% anual desde 1.46 por ciento anual en diciembre”, comentaron analistas de Banamex.
El analista de Invex, Joane Enric Domene, comentó que la inflación se aceleró más de lo esperado en enero ante el alza de los precios en frutas y verduras.
Pues el rubro no subyacente (es decir, los precios de los productos agropecuarios, energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno, que se consideran los más volátiles), mostró un incremento de 0.96 por ciento y se ubicó a tasa anual en 2.52 por ciento.
En especial, el rubro de frutas y verduras aumentó 6.98 por ciento “ante efectos climáticos que afectaron la producción de verduras como la cebolla. Además el aumento de los precios de importación de algunas verduras podría presionar el rubro por algún tiempo”. Sin embargo, señaló que los precios de energéticos y tarifas reguladas cayeron 0.12 por ciento, ante el descenso de las gasolinas y la electricidad.
El rubro de los precios subyacentes (mercancías y servicios) reportó un aumentó 0.19 por ciento. Al interior, “las mercancías subieron sus precios en 0.26 por ciento, particularmente impulsadas por las mercancías alimenticias, mientras los servicios moderan sus costos con un ligero avance de 0.14 por ciento, luego de una caída en otros servicios distintos a los de vivienda y educación, que cifró -0.07 por ciento”, dijo el economista de Scotiabank, Luis Armado Jaramillo.
Los especialistas coinciden en que la trayectoria de la inflación continuará de manera ascendente, debido al traspaso del tipo de cambio en la inflación; no obstante, en el consenso mantiene su estimado para 2016 de 3.2 por ciento en promedio, en línea con el objetivo del Banco de México de 3 por ciento. “Esperamos una inflación de 3.2 por ciento al cierre del año, ante la atenuación de los descensos en telecomunicaciones y energéticos”, dijo Domene.
