México, DF. Las reformas estructurales en energía y telecomunicaciones quedaron incorporadas en el Acuerdo de Asociación Transpacífico (ATP) que México negoció con 11 países y con ello se garantiza su permanencia, aseguró ante decenas de empresarios Herminio Blanco Mendoza, subsecretario de comercio durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari y quien encabezó las negociaciones de México en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
“Las grandes reformas que ha logrado el presidente Enrique Peña Nieto, aprobadas por el Congreso, ahora quedan incorporadas al tratado, y esto sin lugar a dudas da una permanencia a las reformas energética y de telecomunicaciones. Ese el punto de vista de México asegurar que estas reformas, que son de gran relevancia, permanezcan”, destacó Herminio Blanco al moderar un panel sobre el ATP en la Reunión Anual de Industriales (RAI) 2015 en el que participaron el subsecretario de comercio exterior de la Secretaria de Economía, Francisco de Rosenzsweig y representantes de Canadá, Japón y Nueva Zelanda, tres de las naciones involucradas en el acuerdo.
El subsecretario mencionó que en las negociaciones del ATP “lo que se hizo fue reflejar el marco institucional y legal que tenemos hoy en día, no sólo para los sectores de energía y telecomunicaciones, sino para cualquier otra actividad que tenga mayor apertura que cuando se negoció el TLCAN”.
Aseguró que si el ATP es ratificado por el Senado de la República, entonces será equivalente “a una ley suprema y con ello se garantizan los flujos de comercio e inversión”. Aclaró que no se trata de un candado para asegurar la permanencia de las reformas, sino que es un andamiaje jurídico que permite garantizar en el largo plazo certidumbre en las inversiones para aquellas actividades en las que se permite la participación pública y privada.
Grupos que no quisieron participar en las consultas del ATP
El panel sobre el ATP sirvió para reconocer e incluso aplaudir las consultas permanentes que el gobierno federal hizo con los diversos sectores productivos que están representados en la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), organizadora de la RAI 2015.
Herminio Blanco criticó que haya grupos que acusen al gobierno federal de haber negociado el ATP “en secreto”, “a oscuras” y “sin que nunca los hayan consultado”. Sostuvo que “no es nueva esa actitud” y se trata de focos de gente que “realmente no quiso participar y si no estuvieron ahí no fue por el gobierno ni por la Concamin, sino por decisión propia”.
El subsecretario reiteró que hubo mil 100 reuniones con los representantes de la Concamin, quienes junto con otros organismos cúpula del sector privado participaron en el llamado cuarto de al lado en las negociaciones del ATP.
En el panel sobre el ATP también participó Erick Miller, vicepresidente de la organización Politica, innovación y competitividad que aglutina al 60 por ciento de las empresas exportadoras de Canadá, y manifestó que el acuerdo será sometido a consulta durante un año entre la población de su país y previó que mientras tanto el Congreso de Estados Unidos determinará si lo aprueba o no.
Herminio Blanco como Francisco de Rosenzweig, quienes practicamente ocupan el mismo cargo con seis gobiernos de diferencia y han sido responsables de los tratados comerciales más amplios negociados por México, destacaron que el ATP contará con su propio mecanismo de solución de diferencias que Estados Unidos no podrá boicotear como ha ocurrido con el TLCAN.
Clare Ann Kelly, embajadora de Nueva Zelanda, país al que como potencia en la producción de lácteos se le impusieron varias limitaciones para una apertura total de estos productos en las otras naciones negociadoras, confesó que su país siempre ha tenido “mucha ambición” en la negociación de los acuerdos comerciales y el ATP no fue la excepción pero aunque no logró lo deseado, consideró que obtuvo un buen nivel de apertura por parte de otras naciones.
“Hay que ser realista, el sector lácteo es altamente protegido en todo el mundo y siendo el ATP un acuerdo tan amplio, el balance final para Nueva Zelanda es bueno, fue suficiente y satisfactorio”, dijo.
