Retrocedimos 2 posiciones en el Ranking de Doing Business del Banco Mundial, de un total de 189 países; ello a pesar de que se tomaron en cuenta tres grandes cambios hechos en el último año en materia energética, comercio exterior y cumplimiento de contratos.
El cambio de metodología que se hizo en este año y los ajustes realizados al estudio previo, permitieron a nuestro país aminorar la caída de cinco espacios, ya que en el análisis del año pasado se nos colocó en el 48, pero con las modificaciones bajamos al 51.
Gracias a ello, de un total de diez pilares, México retrocedió en cinco, en lugar de los siete que originalmente aparecían. En apertura de una empresa perdimos siete lugares, del 41 al 48; en registro de propiedad del 145 caímos al 150; bajamos cuatro sitios en pago de impuestos del 114 al 118, ya que se requieren de 334 horas por año para realizar el pago.
Asimismo, en obtención de crédito quedamos en el 42, mientras que el año previo estuvimos en el 40 y en protección a inversionistas del 67 nos movimos al 68. En dos de los tres pilares en los que se registraron los grandes cambios subimos, mientras que en el otro permanecimos sin cambio.
Con una mejora de cuatro lugares, el pilar de comercio exterior avanzó hasta el lugar 59, al registrarse avances por la implementación de la Ventanilla Única de Comercio Exterior, con la cual se pueden realizar electrónicamente los trámites de importación y exportación. El cumplimiento de contratos recuperó dos posiciones, del 73 al 71, gracias a que se pusieron en marcha los procedimientos orales en las cortes que aceptan casos comerciales y civiles.
En obtención de electricidad nos mantuvimos en el sitio 133, ello a pesar de que el Banco Mundial aseguró que en el sector energético hay más eficiencia porque Comisión Federal de Electricidad (CFE) lanzó un sistema de afirmativa ficta por el cual se aprueba una nueva conexión para una empresa con el método de que la falta de respuesta significa consentimiento o aprobación del servicio. Para poder tener acceso al suministro de energía eléctrica se requieren siete procedimientos y 85 días.
Mientras que en permisos de construcción se mejoró en una posición al llegar al lugar 40, a pesar de que aumentaron los días para obtenerlo, subió el costo y hasta se alargó el proceso. El número de trámites para conseguir un permiso para edificar subió de 10 a 11 y el número de días de 69 a 82, mientras que se incrementó el costo (como porcentaje del ingreso per cápita) de 322.7 a 353.1 por ciento.
La resolución de insolvencias, antes considerada cierre o quiebra de una empresa, se mantuvo en el sitio 26, que fue la mejor calificación que obtuvo el país en los diez pilares. Al tardarse este procedimiento 1 año y ocho meses, una cifra competitiva frente a los 2 años 9 meses de Latinoamérica, aunque está por arriba del año 7 meses que en promedio se registró en la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).
A México se le otorgó una puntuación de 70.89, lo que representó una mejora de 0.23 puntos con respecto al 70.66 del estudio 2013. Para abrir un negocio en nuestro país se requieren de seis días, seis trámites y de 19.7 por ciento del ingreso per cápita, mientras que en América Latina una persona tendrá que enfrentar nueve procedimientos en promedio y 36.1 días para arrancar su negocio, contra un promedio de cinco trámites en países de la OCDE y 11.1 días.
Esa calificación nos dejó en el cuarto lugar de la lista de países de América Latina, al superarnos Chile que se ubicó en el espacio 34, Perú (42) y Colombia (43); mientras que los primeros cinco sitios los mantuvieron Singapur, Hong Kong, Nueva Zelanda, Estados Unidos y Dinamarca.
