El ministro de Comercio, Industria y Turismo Sergio Díaz-Granados señaló que el Tratado de Libre Comercio con Japón queda congelado por los desastres ocasionados a causa del Tsunami.Sin embargo, el consejero de la embajada de Japón en Colombia Yasuhisa Suzuki explicó a Terra que la emergencia no es la única razón de peso, pues los secuestros de japoneses en Colombia y la inversión en telecomunicaciones que hicieron empresarios nipones en Telecom antes de su venta a España, dejó resentimiento en el país del sol naciente.”No veo cerca la firma de un TLC entre los dos países, aunque Colombia es el primer exportador de claveles rojos y blancos a Japón y el tercero en Café, todavía hace falta fortalecer las relaciones comerciales y la confianza inversionista”, agregó Suziki. De acuerdo a datos del Ministerio de Comercio Industria y Turismo de Colombia, a 2009 las exportaciones colombianas a Japón llegaban a 305 millones de dólares, presentando un comportamiento creciente desde el 2003.Los principales productos de exportación lo constituían el café, con un 66 por ciento, el ferroníquel con 14,6 por ciento y las flores con 7,5 por ciento. En los últimos dos años, el exigente mercado japonés ha incrementado la demanda por flores colombianas pasando de 30 millones de dólares en el 2006 a 40 millones de dólares en el 2008. Sin embargo, los esfuerzos de exportación de bienes nacionales no sólo se concentran en el mercado floricultor.
“En este momento, hay en Colombia siete compañías japonesas y en México más de 400 por lo que creo que no existirán mayores pérdidas en el sector automotriz y de electrodomésticos por el terremoto que ocurrió en Japón, es decir la producción no se parará y por ende sus ventas tampoco”, aseguró Suzuki.Los japoneses a diferencia de los latinos no son tan emocionales, son más serenos y calmados, y aunque se reportan más de 10.000 desaparecidos o muertos a causa del Tsunami y las pérdidas económicas serán grandes, es importante puntualizar que la industria más afectada es la pesquera y los laboratorios que se dedican a la investigación e innovación, lo cual se traducirá en una desaceleración en la economía al no haber producción de tecnología o inventos” dijo el consejero de la embajada de Japón.Actualmente, las fábricas tienen que disminuir su trabajo como consecuencia de las racionalizaciones de energía, gas y servicios de transporte con el fin de evitar una catastrófica fusión en una planta nuclear que se encuentra 240 kilómetros al norte de la capital, Tokio.La mayoría de los economistas cree que el impacto directo a la economía totalizará entre 10 y 16 billones de yenes (125.000 -200.000 millones de dólares), resultando en una contracción del producto interno bruto (PIB) del segundo trimestre.Sin embargo, también habría un fuerte repunte en la última parte del segundo semestre de 2011, gracias a las inversiones para la reconstrucción, que impulsarán el crecimiento
